Videojuegos y mucho mate
Estuve a punto de escribir sobre un tema en especial que hacia tiempo que quería desarrollar pero el sábado pasado visite un lugar que me lleno de emoción y que le puede interesar a cualquier apasionado por la tecnología: el Museo ICATEC.
Por los que no estaban enterados…llegaron tarde y la explicación de esto lo pueden encontrar en un artículo anterior, pero en resumen: este blog en Octubre cumplió un año consecutivo y nos dio el pellizco regalero, así que (con mail mediante) decidimos regalar juegos digitales originales para PC.
Habría que ver que es para uno «gamer» pero eso es tema para otro artículo y la definición varía según la persona, pero es una realidad de que la mayoría que dicen «amar a los videojuegos» se han vuelto más amantes del orgasmo ocular que pueden darles. Lo importante no parece si el juego es divertido o explota alguna característica en particular…no, lo importante para mucho hoy en día son los gráficos; y mientras mas «reales» sean, mejor.
Este último tiempo he estado mas «espiritual» en el ámbito tecnológico, parece loco, pero esas dos palabras pueden estar juntas y en algunos casos se da bien esa relación: lo creado por el ser humano para un fin junto a su rasgo personal, su esencia volcada a ese producto tecnológico que lo hace único e irrepetible ya que todos somos distintos aunque compartimos ciertas cosas.
Estamos a fines de septiembre, cada vez más cerca de las navidades y la locura de la next-gen se aproxima a paso firme…y no solo eso, sigue el lanzamientos de videojuegos que se esperan desde hace mucho, confundiendo al que no sabe si quedarse con su consola o comprar una nueva. Supuestamente el fin del mundo era el año pasado, pero muchos toman la actitud que será este mes de Diciembre y hacen lo que sea para consumir lo último solo porque sí.
Cuando uno está desarrollando un videojuego y hay una fecha limite, pueden salir varias cosas (buenas y malas)…pero es el momento donde uno se pone a prueba y tira lo mejor de sí. A esto último tira el artículo de este mes: la experiencia que hemos tenido estas últimas cuatro semanas para desarrollar «Loquito Fire».
Cultura Gamer, o al menos lo que muchos llaman «Cultura» y «Gamer», parece que las discusiones que hay hoy en día sobre videojuegos ya no son tanto por saber si «entretienen o no», temas un poco impensados hace no más de una década: ¿Qué es ser gamer? ¿Qué quiso decir el autor? ¿Es arte?.
Lo he escuchado mil veces de varias personas, lo he leído en blogs y páginas especializadas, también algunas «divas» del rubro lo comentan para que todos se enteren en que andan por mientras: «Nintendo se va a fundir», «Nintendo debería dedicarse al software», «la WiiU es la nueva Dreamcast», etcétera. Muchos opinan sin tener idea, algunos lo dicen simplemente porque son fanáticos de otra consola y otros para estar «en la onda», pero parece que el mundo gamer espera que Nintendo diga adiós ¿realmente queremos eso?
Estamos en un año de cambios en la industria de los videojuegos, no es nada nuevo, pero es la primera vez que surge una nueva generación de consolas donde tanto los que son usuarios como los que no lo son tienen un impacto tan fuerte en lo que “tiene que hacerse” o “lo que quieren” debido a la masividad de las redes sociales y que cada gota de información sobre alguna característica o rumor nuevo se consume y discute como si fuera la última en un desierto; o puede verse como un acto de glotonería y gula en donde nada ya nos satisface, se quiere más y más por más que sea algo sin gusto o sentido…es lo que yo llamo “Ansiedad Next-Gen”, y está vez parece que nada puede saciarnos.
El mes ha sido movido en noticias en el mundo fichinero, pero este no es un portal de noticias, cosas como cambios en los CEOs de varias empresas como Square Enix o Nintendo, también mayores explicaciones sobre el nuevo Dualshock de Playstation 4, etcétera…pero aún así, hay algo que se ha vuelto muy común y, lo peor de todo, tolerable hoy en día: la presencia de bugs (errores dentro del juego).