Pikmin 1 y 2 llegaron a Nintendo Switch y junto al capitán Olimar exploramos este mundo extraño para contarles lo que necesitan saber de este arribo galáctico.

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¡Pikmin 1 y 2 llegaron a Nintendo Switch! Los juegos originales de Nintendo GameCube llegaron en un porteo HD directo desde sus versiones de GameCube/ Wii hasta la consola híbrida de la Gran N. El juego original se lanzó entre finales del 2001 y mediados de 2002 (Japón y Europa) pero además recibió su versión para Nintendo Wii en el año 2008, y en el año 2009 lo siguió la versión de su secuela. La versión de GameCube para Pikmin 2  por otro lado, llegó en el año 2004 y comenzó su desarrollo inmediatamente después de que finalizó el del primer título. 

Durante la Nintendo Direct pasada del mes de Junio, se anunció que ambos títulos llegarían esa misma tarde a la tienda de Nintendo Switch. Por lo que con esta nueva colección, la aventura de los Pikmin se va a poder jugar en su totalidad en la consola híbrida cuando Pikmin 4 llegue a finales de Julio. Gracias a la gente de Nintendo Latam, pudimos jugar estas nuevas versiones para contarles todo lo que necesitan saber de una de las franquicias más “cute” y perturbadoras que tiene la Gran N.

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Para quienes no hayan escuchado hablar de Pikmin nunca en su vida, se trata de una serie de juegos de estrategia en la que comandamos un ejército de pequeñas criaturitas tipo planta. No es una franquicia que haya sido olvidada por Nintendo ya que recibió varios títulos a los largo de los años en todas sus plataformas. Además de los dos juegos que mencionaba al comienzo de la reseña, la serie Pikmin tuvo una tercera parte para Wii U que posteriormente se porteó a Nintendo Switch con algunos agregados. No sólo eso sino que también se lanzó un juego para la consola Nintendo 3DS con una perspectiva de plataformas en 2 dimensiones.

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La historia de Pikmin es la historia de un viaje, y el único capitán responsable de una empresa de su planeta natal, Hocotate. En medio de un viaje rutinario a través del espacio la nave del capitán Olimar es alcanzada por una roca espacial, lo que termina por dejarlo varado en un planeta alienígena y extraño (a.K.a La Tierra). El primer título presenta una carrera contra el tiempo y un mundo lleno de sorpresas, ya que OIimar dispone de 30 días antes que el soporte vital de su nave se acabe y muera bajo la atmósfera tóxica del planeta (desde su perspectiva).  

¿El gran problema? La Dolphin, la nave de Olimar, fue severamente dañada en el impacto y sus 30 piezas están desparramadas por diferentes regiones circundantes. De esta forma, el juego nos divide diferentes niveles de tamaños variables (en general crecientes) donde vamos a tener que resolver la mejor forma de recuperar las piezas mientras nos enfrentamos a la fauna silvestre y otros peligros del planeta. Creo que a esta altura es una obviedad decirlo, pero no vamos a estar sólos y queda en manos de los Pikmin ayudarnos. 

Después de una breve introducción sobre lo que está ocurriendo y cuál es nuestra situación actual vamos a encontrarnos con estas simpáticas criaturitas por primera vez. Lo interesante del juego es la forma en la que está planteado, algo que contrasta de forma no tan positiva en su secuela. Desde la perspectiva de Olimar todo es nuevo y misterioso (bueno, también es válido para quién nunca tocó un juego de la serie), entonces los tutoriales están armados en formas de notas de campo sobre lo que descubrió de los Pikmin y las conjeturas que saca nuestro capitán. De esta forma el tutorial queda completamente integrado a la aventura. Por otro lado, cuando el juego nos obliga a volver a la nave, Olimar recapitula la información nueva más importante y extiende este tutorial/diario de campo. 

El juego entonces se divide en 30 días que tenemos para recuperar las 30 partes de nuestra nave, pero a su vez se divide en varias áreas que podemos visitar del planeta. El truco es que no podemos visitar las mismas áreas en el mismo día, así que una vez que elegimos qué lugar visitar empieza a correr el reloj. Entonces, ¿Tenemos que recuperar cada pieza un día a la vez? No, por suerte no. Pero el juego está armado con un sistema de progresión medio metroidvanesco, y vamos a necesitar abrirnos camino a lo largo del nivel pero eso no siempre va a ser posible. 

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A medida que conseguimos partes de la Dolphin, podemos aumentar el rango en que la nave puede viajar y así desbloqueamos nuevas regiones del planeta para explorar. De esta forma vamos a poder acceder a más piezas, y al conocer mejor el terreno que tenemos enfrente vamos a poder planificar cómo abrir nuevos caminos, pero para eso vamos a tener que prestar mucha atención. ¿Y ahora se estarán preguntando pero que hay de la secuela?¿Olimar se estrella de nuevo? No, pero casi. Al regresar a nuestro planeta natal descubrimos que la empresa está endeudadísima, y por uno de esos milagros la chatarra que Oli regresó de la Tierra vale mucho, mucho dinero. Así que esta vuelta, y sin cantidad límite de días, vamos a pasar nuestros días juntando cosas de valor para pagar la gran deuda. 

En lo que respecta al primer juego tenemos 3 variedades de Pikmin que no sólo poseen colores diferentes sino también habilidades diferentes. Hasta ahora no dije absolutamente nada de los Pikmin, extraño ¿no? La cosa es que vamos a tener 3 tipos de unidades diferentes en el primer juego, y se nos suman otras dos variedades en la secuela. De esta forma contamos con las unidades básicas que son los Pikmin rojos, y que lo único que pueden hacer golpear cosas, por otro lado nos vamos a encontrar con los Pikmin amarillos que pueden cargar rocas bomba, y los Pikmin azules que pueden andar por el agua. 

En lo que respecta a la secuela vamos a encontrar 2 variedades más de Pikmin que, a diferencia los 3 colores principales, no los obtenemos de las cebollas sino que se obtienen al arrojar otros Pikmin adultos dentro de flores violetas y rosas. Los Pikmin violeta por un lado nos van a permitir causar más daño, levantar objetos con la fuerza de 10 Pikmin, y tener más peso que sus contrapartes más flacuchas. Por otro lado, los Pikmin rosados nos permiten acceder a zonas cubiertas de gas y desenterrar objetos que el resto no puede ver a simple vista. 

Cómo pueden ver el juego goza de cierta complejidad y no se limita solamente a recuperar las partes de nuestra nave (Al menos en lo que respecta al primer título) sino que vamos a tener que darle pelea a la fauna local. Para esto vamos a arrojarles nuestros Pikmin a los enemigos, y dado que disponemos de diferentes tipos vamos a querer administrar a cuantos, y cuales, llevamos. Para esto vamos a tener un límite de Pikmin desplegados (en ambos juegos, sólo que en la secuela se incrementa). 

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Pero para todo esto vamos a tener un tiempo límite, al caer la noche nos vemos obligados a volver a nuestra nave y a dejar a los Pikmin en sus respectivas ¿naves?¿casas? La cosa es así, los Pikmin viven en unas pequeñas naves llamadas Cebollas, y cualquier Pikmin que esté fuera de su cebolla se pierde al caer la noche.  

Una vez que entendemos las mecánicas vamos a estar repitiendo niveles un buen rato porque no sólo hay que recuperar las piezas, sino que para eso nos tenemos que abrir camino, pero casi tan importante como eso tenemos que amasar nuestro ejército. Con este objetivo en mente tenemos que mandar a los Pikmin a recoger píldoras de diferente tamaño y colores, las cuales al llevarlas a las respectivas cebollas nos van a dar nuevas unidades. A esto se suman las esencias que podemos obtener en la secuela para potenciar a nuestras simpáticas plantitas.

Al tratarse de juegos para Nintendo GameCube creo que todos podemos estar de acuerdo con que no se necesita una potencia gráfica descomunal, sobre todo teniendo en cuenta que esta versión no tiene grandes retoques cómo Metroid Prime Remastered, el cuál se parecía más a una remake. El único detalle que encontré, y que puede ser porque me esté volviendo viejo, es que algunas cámaras al jugar en el modo portátil se volvían algo incómodas ya que los Pikmin se ven demasiado chiquitos. Pero quiero aclarar que esto es una salvedad personal y por tener que buscarle una queja a un juego que de otra forma se mantiene igual de vigente y entretenido que hace casi 20 años. 

Pikmin 1 + 2 se pusieron a la venta en exclusiva para la plataforma Nintendo Switch el día 21 de Junio y cuestan, cada uno, unos AR $5.769 o AR $9.609 si compramos el Pikmin 1 + 2 Bundle. Todo esto sin impuestos locales agregados. 

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Conclusión personal

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La serie Pikmin es emblemática a esta altura del partido y recomendar o no Pikmin 1 + 2 Bundle (o sus versiones individuales) es más una cuestión de si les gustan los juegos de estrategia menos convencionales (casi diría de puzzles). Lo que es definitivo es que si tienen Pikmin 3 y quieren jugar los dos primeros es más recomendable el bundle que incluye ambos títulos ya que si terminan jugando uno van a saltar seguramente al otro. Por otro lado, la llegada de este paquete a Nintendo Switch permite tener la colección completa (o casi, hasta el lanzamiento del cuarto juego) de Pikmin en Nintendo Switch. Algo que nos hace esperanzar fuertemente que en cualquier momento vamos a ver caer un Metroid Prime Echoes y Corruption por la store. 

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