Out of Bounds: desarrollando un juego, literalmente a los tiros

Out of Bounds: desarrollando un juego, literalmente a los tiros

27/01/2023 1 Por Gustavo Iky Robles
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Sentite en los zapatos de un Desarrollador de juegos trabajando a contra reloj y haciendo «todo el laburo solo»

Están familiarizados con el concepto de “Jam” en el mundo del desarrollo de videojuegos? Se trata de un punto de encuentro para que los desarrolladores creen en poco tiempo uno o más videojuegos. A lo largo del planeta tenemos muchos eventos que tienen Jams de desarrollo de videojuegos, donde se forman equipos de gente apasionada por crear un videojuegos donde a veces ya se conocen entre ellos y en otras ocasiones es la primera vez que se cruzan en un proyecto en común. Por lo general cada una de estas personas está especializada en un área en particular, como puede ser la musicalización, el apartado gráfico o el convertir los conceptos en código de algún lenguaje de programación.

Lo más interesante de éstas Jams son los juegos que salen de ellas. Teniendo limitaciones de tiempo, de mecánicas o a veces de temáticas; la creatividad de los desarrolladores se pone fuertemente a prueba, a veces entregándonos títulos impresionantes como pueden ser Super Hot, Celeste o el argentino Forager. El juego que les presento hoy es Out of Bounds, producto derivado justamente de una Jam. La Epic Mega Jam 2021 para ser más precisos, en la cual participó Tobias Rusjan y que con un límite de 7 días presentó un juego que tenía como principal temática “Quedarse sin espacio”

 Ahora, traído a nosotros de la mano de Saibot Studios, los mismos que ayudaron a publicar The Black Heart, tenemos en Steam un producto más pulido pero sin cambiar la esencia del mismo juego que se presentó entre otros 500 proyectos en aquella Game Jam creada totalmente de la mano de Tobías.

Empezamos nuestra historia con lo único que nos importa, el escritorio y las computadoras de nuestro protagonista Tony, un desarrollador de videojuegos que se encuentra durmiendo en su propia zona de confort, arriba del teclado. Oportunamente un mensaje de nuestro jefe nos despierta para pedirnos que nos ocupemos del encargo de un cliente que precisa un videojuego. Con una metedura de pata de por medio de parte de Tony, terminamos comprometiéndonos a desarrollar un video juego entero con todo lo que implica. Tanto sus mecánicas y su apartado musical cómo su contraparte gráfica, y todo eso en menos de… ¡15 minutos! Que buena manera de hacernos entrar en personaje metiéndonos presión desde el primer minuto.

Out of Bounds es un juego corto, pero eso no es una desventaja para nada. La idea del juego de Tobias es que realmente desarrollemos un juego en esos 15 minutos de plazo y que nos propongamos a demostrar que somos capaces de mejorar ese tiempo con un fuerte enfoque en la rejugabilidad. Con una jugabilidad de juego de disparos en primera persona y a lo largo de tres únicos niveles, nos desplazamos por lo que podrían verse como tres pequeñas arenas que corresponden a cada apartado del desarrollo del juego.

Desperdigados por el mapa encontraremos pequeños objetos que representan las mecánicas, el sonido y los gráficos de nuestro proyecto. Tenemos que recuperarlos mientras evitamos obstáculos y nos defendemos de ocasionales bugs de código que representan los enemigos que buscarán lastimarnos. Cada vez que recuperemos éstos items, deberemos llevarlos a la arena del apartado que le corresponde para alcanzar su máxima capacidad. 

Es decir, luego de recoger 5 objetos que representan los gráficos del juego los llevaremos a la zona que se encarga de procesar el apartado visual del mismo y entregarlos para que esa arista del desarrollo se dé por concluida. Éste proceso se repite por cada uno de sus apartados y agrega una última etapa de “debugging” donde, armados con un arma que literalmente mata bugs, depuramos toda la zona de bugs y errores que encontremos escondidos por ahí y así podemos hacer la entrega de un producto terminado como corresponde.

Cuando jugué el primer nivel en Out of Bounds enseguida me sentí confiado: todo respondía bien y, aunque su premisa es muy particular y me pidió concentración para entender el objetivo, al poco tiempo estaba correteando a toda velocidad por zonas cada vez más complejas intentando recuperar todos los objetos y matando bugs al mismo tiempo como el mejor jugador de un shooter competitivo.

Pero la alegría duró poco. Si bien los niveles en total son pocos, antes de poder terminar una run completa del juego perdí al menos 12 veces. No es que haya algo que esté desbalanceado o que su dificultad esté rota; sencillamente el título de Tobías me estaba pidiendo que para terminar el desarrollo del juego que tenia que entregar en menos de 15 minutos, yo debía ser preciso y entender que cada minuto de esa terrorífica deadline es importante y que me tenía que mover como alguien que sabe realmente lo que está haciendo.

Seguramente existan otros títulos que exploren el punto de vista de un desarrollador de video juegos, pero Out of Bounds me hizo transpirar cada segundo de una ficticia fecha limite y maldecir al aire cada error tonto que me hacia perder tiempo. Sin duda la experiencia más cercana que he tenido al llenar los zapatos de un desarrollador de videojuegos. 

Hablando realmente de cada apartado del juego, me gustaría destacar su lado gráfico. Por un lado tenemos los dibujos que acompañan las cinemáticas que nos cuentan la historia, de la mano de Viktor Ahmed. Unos pocos dibujos sencillos, pulcros pero muy representativos de todo lo que nos quiere contar Out of Bounds desde todas las cosas que encontramos en el escritorio del protagonista; hasta cada una de las reacciones de Tony al ver las reseñas en Steam de su juego.

Por otro lado el juego mismo nos va mostrando como nuestro proyecto va puliendo de a poco a medida que las zonas de cada apartado del juego van recibiendo un tratado cada vez mejor de texturas y nos acercamos “a un trabajo entregable”. Los objetos que nos encontramos en el juego también procuran hablar una especie de “lenguaje universal de desarrollador”, al presentarnos objetos como comida rápida o frutas como íconos para curar nuestros puntos de vida. O pequeños recuadros con comandos y funciones como si fueran pedacitos de código con el que vamos escribiendo el juego. Eso sumado a que toda la interfaz de usuario del juego nos hace sentir como si nos desplazamos dentro de algún editor; hace que constantemente nos hagan sentir que realmente somos ese dev que corre contrarreloj para entregar su trabajo.

El lado sonoro de Out of Bounds también hace muy bien su trabajo. Una melodía electrónica nos acompaña con un buen ritmo techno desde el primer nivel y se siente que cada salto que damos y cada luz que se enciende por la zona está tratando de hacernos mantener un ritmo dinámico y nos invita a no detenernos ni un segundo. A medida que avanzamos en los niveles, al igual que con su contraparte gráfica, la música también va adquiriendo otras melodías que acompañan a la principal y le van dando más profundidad a éste apartado.

Si bien Out of Bounds encara su premisa como un FPS común y corriente, al poco tiempo va incorporando elementos que lo hacen sentir cómo algo más. Las áreas que recorremos nos mantendrán apretando el botón de salto constantemente entre plataformas y calculando cuál es el mejor camino y orden de recoger ítems; lo cual hace que le busquemos un enfoque más cercano a un puzzle que a un plataformero o un first person shooter, pero aun así nunca te vas a sentir perdido en cómo manejar a tu personaje.

Out of Bounds no busca romper ningún molde, solo presenta una idea de gameplay novedosa con mecánicas que ya conocemos de toda la vida en los videojuegos, y así es como te logra divertir cada minuto en el que estás jugando y te da una buena excusa para jugarlo todo nuevamente. Como les dije antes, es un título que me hizo ponerme los zapatos de un desarrollador sintiendo que era mi deber hacer todo rápido para entregarle al cliente lo que pide en un tiempo ridículo.

Es difícil encontrar puntos negativos a algo como Out of Bounds, ya que es un producto pequeño y las pocas cosas que se propone las hace bien. Tal vez el hecho de que solo haya “un juego que entregar” y nos deje con ganas de más niveles puede pesarle. Se hubiese beneficiado con alguna otra forma de rejugabilidad más allá de posicionarte en los primeros lugares de una tabla de puntuaciones online. 

Out of Bounds  se puso a la venta el día 16 de Diciembre y lo pueden conseguir por Steam por unos $400, sin el impuesto país aplicado. Si buscan algo pequeño pero que les presente un desafío y a la vez que sea muy divertido, y al que puedan volver más adelante para tratar de superarse, les aseguro que Out of Bounds los va a satisfacer.

Datos extra

  • Desarrollador: Tobias Rusjan
  • Publisher: Saibot Studios
  • Plataformas:  PC
  • Fecha de publicación: 16 de Diciembre de 2022
  • Análisis hecho en: PC (Steam)
  • Análisis publicado: 25 de Enero de 2023