Nos subimos a los Armored Core para que Shinji no tenga que subirse de nuevo y te contamos todo lo que necesitas saber de Fires of Rubicon en esta review

Armored Core VI: Fires of Rubicon es la última entrega en la franquicia de mercenarios y mechas más queridas y desarrollada por FromSoftware. Allá lejos y hace tiempo, mucho antes de los ¿Soulsborne…Ring? y de las nuevas generaciones, la franquicia Armored Core supo ganar y mantener un nombre en una época donde los grandes robots inundaban los dibujos animados, el animé, y tenían su presencia de nicho en consolas. 

El juego de FromSoftware conquistó las consolas PlayStation comenzando en el 99 con la primera entrega de la serie, y con una fórmula desafiante y adictiva que se extendería a lo largo de más de 13 títulos, incluídos los spin-off y las expansiones. Aunque con las últimas entregas la franquicia también desembarcó en las consolas Xbox. Esta vez, Armored Core VI: Fires of Rubicon nos llevó nuevamente a un futuro distante lleno de robots increíbles y una fórmula más fresca que nunca. Gracias a la gente de Bandai Namco Latam pudimos jugar Armored Core VI para contarles todo lo que necesitan saber del nuevo juego de FromSoftware, que por primera vez en mucho tiempo no es un Souls, pero no por eso un título más permisivo.

La nueva aventura mecánica de FromSoftware se aleja por completo de la fantasía medieval y nos lleva al planeta distante de Rubicon-3 donde mercenarios, rebeldes, y grandes Corporaciones se enfrentan por un nuevo y preciado recurso, el Coral. Armored Core VI: Fires of Rubicon nos traslada a un mundo arrasado por lo que se conoce cómo los Fuegos de ibis, donde esta nueva sustancia incendió una gran parte de la superficie del planeta. Esto dejó un páramo contaminado en el que sólo vamos a encontrar muerte, destrucción, y toneladas de metal retorcido. 

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¿Pero es eso todo? La historia de Armored Core VI: Fires of Rubicon nos pone en el papel del mercenario 621, quién es llevado por su “handler” Walter de contrabando a Rubicon-3 para hacerse rico con el Coral. Los eventos de la historia abren ramas que desencadenan en 3 posibles finales por lo que Rubicon tiene mucho para contar en este nuevo título, y mucho tiempo para dedicarle. Por lo que vamos a continuar con esta entrega mucho después de esta review, la cual va a ser actualizada si así lo amerita. Una cosa es segura, Armored Core VI: Fires of Rubicon es enorme y un gran parque de diversiones para los fanáticos de los mechas. 

Esta nueva entrega supone el mundo más grande de la serie hasta la fecha y denota que FromSoftware no sólo creó nuevos clásicos, sino que además tomó notas de todo lo aprendido y supo transferirlo. De la misma forma que Elden Ring supo ser la culminación del trabajo de muchísimos años e incontables entregas, Armored  Core VI nos ofrece la entrega más completa de su franquicia e implementa algunos elementos que vimos en el camino, pero sin perder la esencia de la serie. 

Cómo fue característico de la franquicia en sus inicios, algunos de sus niveles son pasillezcos, pero también nos encontramos con enormes extensiones de terreno que nos permiten planificar nuestras jugadas. Aunque la estructura de las misiones no pierde su linealidad y estas pueden variar desde algunos minutos a largas sesiones de juego, sus mapas guardan lugar a la exploración. Eso sí, a diferencia de su última gran aventura por las Tierras Intermedias,  Rubicon no es un sólo mundo abierto sino que, fiel a la esencia original, está comprendido de varias regiones de tamaños variables. 

Ni bien llegamos a Rubicon-3 nuestra primera misión es robar la identificación de otros mercenarios caídos y de esta forma tomamos la identidad de Raven para poder operar cómo mercenario dentro del planeta. Esto nos recuerda al nombre original que se le daba a los pilotos de los Armored Core en la primera entrega, y transporta a los más fanáticos atrás en el tiempo. 

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El objetivo es comenzar a ser notados para que All-Mind y las diferentes grandes corporaciones empiecen a ofrecernos trabajos más importantes. Esto tiene un objetivo dentro de la historia, pero lo importante es que acá es donde se van a desarrollar los primeros y escasos tutoriales de los que vamos a disponer. Si después queremos profundizar en cómo dominar a nuestro AC (Armored Core), el juego nos tiene preparados una serie de tutoriales, que además de ser útiles nos recompensan con algunas piezas para nuestro gigantesco robot. 

Demás está decir que se trata de un juego desafiante, si todavía teníamos dudas al respecto déjenme decirles que el primer capítulo termina con uno de los jefes más duros. Pero aunque el juego espera que el jugador pierda una y otra vez tiene una serie de ventajas. La prueba y error nos lleva a explorar diferentes capacidades de nuestros Armored Core, y es que no sólo vamos a tener que evaluar al enemigo sino también nuestras características en el montaje del AC. 

Por suerte el juego tiene una serie de checkpoints bien puestos antes de los enfrentamientos con los enemigos donde reabastecernos, y no nos obliga a empezar el nivel de cero cómo ocurría antaño en la vieja PSX. Además que si caemos en combate antes de reiniciar un checkpoint se nos deja cambiar las piezas del AC, aunque no así comprar nuevas. 

Uno de los aspectos fundamentales en la franquicia es diseñar nuestro propio mecha para adaptarlo a nuestras necesidades según vayan apareciendo. Es por eso que diferentes combinaciones de piezas nos ofrecen varias ventajas y desventajas frente a los enemigos que tenemos enfrente. Algunas misiones requieren un robot ágil aunque de poca resistencia ante los golpes, mientras que otras quizás requieran de una build que nos permita ser literalmente un tanque de batalla. 

Cómo les contaba antes todo esto puede ser personalizado desde el menú del juego sin tener que volver a iniciar la misión, por lo que sí llegamos al jefe y vimos que nuestra configuración no era la ideal, siempre podemos probar con otras piezas, armas, y características. ¿Esto quiere decir que el juego depende 100% de la build que elijamos? No, además demanda mucha práctica y dedicación para encontrar los puntos vulnerables de cada jefe (o enemigo de los más duros). Pero siempre que nos quedemos sin dinero para piezas nuevas podemos vender alguna que no nos sirva, o ganar más dinero en la arena o repitiendo misiones. 

Cada vez que repitamos una misión por ejemplo se nos va a dar una buena suma de dinero, pero además nos otorgan un ranking (que cuando hacemos la misión por primera vez no está). Además podemos ir a la arena, cómo les comentaba algunas líneas atrás, donde nos podemos enfrentar a nuevos Armored Core y sus pilotos. Cómo se imaginan a esta altura es una arena de combate de dificultad creciente donde en cada combate se nos recompensa con dinero y unos ticket especiales que sirven para instalar mejoras en el Armored Core. 

Este tipo de mejoras es sumamente variada y tiene una gran lista, además que cada una tiene varios niveles de mejora, y en cómo las encaremos depende puramente del estilo del jugador. Lo importante es que al instalarla podemos mejorar el blindaje, la eficiencia de nuestros kits de reparación, y muchísimo más. Lo interesante es que esto nos obliga a visitar la arena de vez en cuando porque la recompensa nos puede ayudar significativamente a dar vuelta un combate. 

Finalmente quiero dedicarle unas palabras más al gran mundo de Rubicon-3. No se trata de un planeta completamente abierto cómo les decía antes, pero cuenta con regiones bastante grandes a las que accedemos desde el menú de misiones en el hangar de Walter. Los entornos son bastante variados y nos pueden hacer visitar los paisajes de forma diurna o nocturna, según el tipo de operación que la misión demande, aunque generalmente termina a los tiros. 

Esto es algo interesante, y es que aunque seamos una máquina de destrucción que camina, no todas las misiones requieren que eliminemos a los enemigos que encontramos en todo el mapa. A veces basta con llegar al objetivo y recuperar lo que estamos buscando antes de regresar al hangar y dar el día por terminado. 

Esto hace que las misiones vayan desde pocos minutos a, cómo decía antes, largas sesiones de juego. Además que el tamaño de los enemigos que nos vamos a encontrar puede variar desde mechas de nuestra talla a una minera caminante del tamaño de una ciudad. Además puede que nuestras misiones se desarrollen en un entorno completamente abierto que nos invita a la exploración, o en entornos completamente cerrados e industriales que evocan a los viejos títulos de la serie. 

Armored Core VI: Fires of Rubicon se puso a la venta el día 25 de agosto para las consolas Playstation 4 y 5, Xbox One ySeries, y PC.

Conclusión personal

Armored Core VI: Fires of Rubicon es un juego desafiante y por momentos frustrante que demanda una gran cantidad de tiempo y paciencia para afinar a nuestro mecha a la perfección, a la vez que dominamos sus controles. Pero además es un juego sumamente gratificante con una fluidez y verticalidad increíble, que aunque la cámara a veces nos dificulta seguir a los enemigos, una vez que instalamos algunas mejoras queda totalmente compensado. Si son fanáticos del género definitivamente les recomiendo Armored Core VI: Fires of Rubicon. Por otro lado, si es la primera vez que van a adentrarse en un título del género creo que es una gran alternativa, ya que a pesar de su dificultad, los checkpoints bien puestos y la posibilidad de editar el AC cada vez que morimos lo vuelve bastante más accesible.