Cómo mencione en las primeras líneas Shin Megami Tensei es una franquicia de juegos de rol de corte japonés que terminó derivando en su Spin Off, Persona. Al igual que la mayoría de los del género se trata de un juego por turnos en el que tenemos a varios personajes, los cuales vamos a ir subiendo de nivel a medida que nos enfrentamos a contendientes más poderosos. Aunque Shin Megami Tensei 3 me sorprendió con algunas mecánicas bastante diferentes a los Final Fantasy que estaba acostumbrado en mis épocas de adolescencia. 

Para poner un poco en contexto a quienes cómo yo son nuevos en la series, el juego de Atlus presenta un mundo en el que ocurre el apocalipsis al poco tiempo de comenzar. Además, y cómo si se tratara de un videojuego basado en Evangelion, la premisa es que los demonios quieren darle forma al mundo según cómo diferentes facciones creen que las cosas deberían ser. 

Es por esto que Shin Megami Tensei 3 Nocturne me sorprendió desde el comienzo. Aunque la atmósfera es algo sombría y su música un orquestal opresivo, el juego arranca a un nivel muy elevado y engancha al jugador desde el primer momento. A diferencia de otros juegos donde sub trama tras sub trama se teje una historia que va desde cómo rescatar un gato a pelear contra dios (meme robado de internet), el juego de Atlus se encarga de comenzar en grande.

De todas formas, el juego no asume que el jugador sepa cómo jugar desde el momento cero y se toma su tiempo para explicarnos las básicas, pero todo mientras prestamos atención al misterio que se desarrolla frente a nuestros ojos. Al comenzar el juego nos vamos a encontrar con nuestra Sempai, y con algunos amigos del colegio en un parque al que al llegar vemos que se cometieron una serie de asesinatos entre bandas rivales. Todo esto sólo para enterarnos que el grupo ya se fue para un misterioso hospital.

Las cosas se van sorprendentemente rápido al mismísimo diablo, sin intención de doble sentido, y nuestro protagonista es convertido en una especie de semi demonio por dos figuras extrañas. A partir de ahora tenemos que buscar a nuestros amigos, intentar poner sentido a lo que estamos experimentando, y tratar de mantenernos con vida. Las primeras horas del juego nos van a hacer explorar el hospital y gran parte de todo esto va a servir para aprender las mecánicas básicas de Shin Megami Tensei 3. 

Ni bien pongamos un pie fuera del hospital nos vamos a encontrar con las dimensiones reales de lo que ocurrió. Tokyo está completamente destruida, los demonios pueblan las calles, y de casi todos los humanos sólo quedan sus almas flotando. Es por eso que vamos a tener que apurarnos en nuestra búsqueda por nuestros amigos, aunque vamos a comprender pronto que hacer nuevos amigos es igual de útil. 

Una de las mecánicas principales es que podemos intentar reclutar a los demonios que nos encontremos por el camino mientras estamos en batalla. Además de los ataques físicos, mágicos, y demás ítems que podemos usar, vamos a poder acercarnos para intentar convencerlos de que se unan a nosotros.

Por supuesto las cosas no siempre van a ser tan directas, y acá hay un aspecto interesante de esta mecánica, ya que no todos los demonios se van a comportar de la misma forma. Algunas criaturas van a acceder de buenas a primeras a unirse a nosotros, mientras que algunas otras criaturas demoníacas demandan algo de negociación. Para integrar nuestras filas pueden demandarnos dinero o algún objeto, y a veces pedirnos que bajemos la guardia sin saber si nos van a atacar o se nos van a unir. 

De esta forma vamos a adquirir nuevos miembros para el equipo y así hacer frente  a los demonios que pululan en este Tokyo post apocalíptico. Además a medida que vamos combatiendo estos demonios van a subir de nivel a la par nuestra elevando diferentes características de forma automática. En nuestro caso particular podemos elegir a donde va a asignado cada punto ganado con los nuevos niveles para definir qué tipo de personaje queremos tener. 

Apenas algunos párrafos atrás comenté que fuimos convertidos en el Demi-Fiend por dos figuras misteriosas, pero no sin dar demasiados detalles más. Para sobrevivir al renacimiento del mundo nuestro protagonista recibió un Magatama lo que nos convierte en un demonio con corazón humano. Esto no sólo le da contexto a la historia de cómo estamos donde estamos y hacemos lo que hacemos, sino que juega una parte central en la estrategia de juego.

A lo largo del juego vamos a ir enfrentándonos con poderosos demonios, y al vencerlos vamos a adquirir nuevos  Magatama que aprovechar. Lo interesante es que cada uno va a afectar características diferentes de nuestro personaje aumentando de forma temporal  nuestros stats (mientras lo tengamos equipado). 

Esto no se limita  a la vitalidad, la fuerza, magia, etc., sino que además cada tipo de demonio nos va a conferir habilidades y resistencias particulares cómo ser hielo o veneno entre otras. En adición a esto, cada vez que subimos de nivel nuestro Magatama va a reaccionar fuertemente, y si lo dejamos puede curarnos, modificarse permanentemente de forma positiva (aumenta de forma permanente un stat) o podemos sufrir efectos negativos. 

En este sentido, ya que en las negociaciones con los demonios ocurre de forma similar, Shin Megami Tensei 3 es una apuesta permanente en la que tenemos que ver si presionamos un poco más o desistimos. 

Por otro lado nuestros aliados no sólo van a subir de nivel combatiendo a nuestro lado, sino que vamos a poder fusionarlos en cosas completamente nuevas. Distribuidas por el mundo vamos a encontrarnos con las Cathedral of Shadows (Catedrales de las sombras) donde vamos a poder fusionar a dos demonios, y en condiciones especiales sacrificar a un tercero. 

Esto nos devuelve un demonio mucho más poderoso que podemos unir a nuestro plantel, siempre y cuando tengamos el nivel para dominarlos. Cómo si se tratara de las medallas de gimnasio en los juegos de Pokémon, vamos a requerir cierto nivel para dominar al demonio resultante caso contrario no vamos a poder fusionarlos. 

En lo que respecta al mundo de Shin Megami Tensei 3, cada nivel está conectado por un overworld que tiene el aspecto del mapa de la ciudad, y por el cual nos vamos a mover con un pequeño indicador. A medida que nos desplazamos nos vamos a ver enfrentados con una gran cantidad de encuentros aleatorios que podemos prever mediante un indicador que va virando de color a rojo cuando hay demonios cerca. 

Además de este sencillo pero efectivo mapeado, vamos a tener los diferentes niveles en sí por los que nos vamos a desplazar y encontrar con variopintos personajes. Mientras que algunos de estos niveles son sencillos y cortos, otros van a ser entreverados laberintos que vamos a tener que recorrer en busca del objetivo. 

Cómo nexo entre todo esto vamos a tener la Red Amala, una serie de laberintos que conectan unos cilindros misteriosos. Esto tiene dos propósitos diferentes, por un lado sirven cómo dungeons que tenemos que explorar, y por el otro cómo puntos de viaje rápido. Además la red tiene importancia en el lore del juego, por lo que no sólo tiene los propósitos que mencioné antes sino también ocupa su lugar en el lore.

Cómo para ir redondeando la review quiero dedicarle unas palabras al contenido que viene con este remastered y las cosas que quedaron por fuera cómo contenido descargable. Primero que nada se encuentran dos DLC gratuitos que añaden una dificultad llamada piadosa (Mercyful) para los jugadores que quieren solo disfrutar la historia y sus diferentes finales, y otro paquete que agrega el New Game: Chronicle con un nuevo Laberinto Amala. 

Esto por un lado ya que por el otro tenemos paquetes que son pagos y que incluyen un skin de Dante, de Devil May Cry para reemplazar el papel de uno de los personajes, y otros dos que incluyen la música del juego, y paquetes de mapas. 

Shin Megami Tensei 3: Nocturne HD Remastered se puso a la venta el día 25 de Mayo para la consola Nintendo Switch y PlayStation 4, y el 20 de Mayo para PC (Steam). En Steam y la store de Nintendo, el juego base se puede conseguir por $2499 sin el impuesto país.