Review – West of Dead
01/07/2020 Desactivado Por Facundo Joel Petrolo Iriarte«Purgatorio, Wyoming, 1888»
Los roguelike vieron una explosión enorme en estos años, y hay ejemplos por doquier para tirar al techo. No importa de qué tipo se trate, no suelen gustarme mucho ya que requieren un nivel de paciencia y dedicación del jugador que yo realmente no poseo ni tampoco encuentro un roguelike con una estética que me enganche. Les comento esto de antemano para que sepan la mentalidad con la que empecé a jugar a West of Dead y como esta fue cambiando a medida que fue pasando el tiempo, pero ¿para bien o para mal? Si quieren saber la respuesta, los invito a ponerse su mejor poncho, preparar sus armas y adentrarnos de lleno en el oeste.
En West of Dead manejamos a Mason, un cowboy veterano que por las distintas vueltas del destino está muerto y termina en un bar de mala muerte en el Purgatorio. Su mente es un desastre y no recuerda nada de porqué está allí compartiendo unas copas con el bartender, pero la única pista que tiene es que la vida en el inframundo no es lo mismo desde que «El Predicador» está allí. Un misterioso sujeto que arribó un tiempo antes que nosotros y que no deja que las almas vayan ni al Este (Cielo) ni al Oeste (Infierno). Ante esto, decidimos salir a buscar respuestas acerca de quién somos y de que tiene que ver esta persona con nuestro pasado.
En cada nivel del juego hay una serie de pasillos que conectan con salas más grandes que servirán de arenas de combate en las cuales tendremos cuatro o cinco enemigos a vencer. Pero no todo será tan fácil sino que, fiel a las reglas no escritas del viejo oeste, cada disparo cuenta, no gana solo el más rápido, sino también el más hábil. Por esto hay que hacer buen uso de la cobertura, e ir cambiando de posiciones constantemente. Además hay que tener en cuenta que éstas se destruyen muy fácilmente, y puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
A esto se suma un botón para esquivar que nos da unos milisegundos de ventaja si esquivamos los disparos a tiempo. Eso sí, las armas no se recargan por sí solas y dependen de que nos quedemos un rato sin disparar lo cual crea situaciones bastante desesperantes cuando escuchamos el «click» de la recámara vacía y los enemigos avanzan sobre nuestra posición.
Podemos equiparnos dos armas al mismo tiempo y las mismas se dividen en escopetas, rifles y revólveres, cada una con su rango de distancia y ventajas. La elección depende de nuestra preferencia en combate, pero al principio del juego se encuentra muy limitado. Para solucionar esto, debemos utilizar los puntos de «Pecado» que obtenemos de los enemigos. Al final de cada run los podemos gastar en la adivina para desbloquear distintas armas y objetos que aparecerán en los niveles siguientes.
Cada una de estas tienen diferencias no solo en sus estadísticas sino que además algunas añaden efectos adicionales como congelar al enemigo, hacer daño por hemorragia, tener una cantidad de disparos brutal, o hacer daño explosivo. Estas son solo algunas alternativas, y si bien los requerimientos para alguna armas suelen ser elevados, lo cierto es que a medida que avancemos el juego lograremos obtener más «Pecado» de forma rápida.
Explorar los niveles en West of Dead no solo es recomendable, sino una necesidad ya que encontraremos altares que nos permitirán subir nuestras estadísticas (vida, fuerza y habilidades con los accesorios). Además, vamos a encontrar cofres con armas de mayor nivel o al vendedor ambulante; con quien podemos gastar nuestro bien habido dinero en comprar objetos aleatorios dependiendo de lo que hayamos desbloqueado.
El aire en el Purgatorio tiene un cierto olor a Metroidvania y es que existen jefes secretos o desafíos especiales que al superarlos nos recompensan con habilidades permanentes que nos hacen la vida más fácil. Además nos permite acceder a otros niveles, por ejemplo, al vencer al primer boss opcional, el Wendigo, obtendremos una runa que nos deja transportarnos a distintos puntos de los niveles para llegar más rápido a ciertos lugares. Por otro lado también podemos utilizar unos altares especiales en el primer nivel que nos para transportarnos a los pantanos, un lugar donde antes no podíamos acceder donde vamos a encontrar nuevos enemigos, peligros y oportunidades.
El arte del juego es bellísimo y nos trae una visión del oeste que nos hace acordar a los trabajos de Mike Mignola con una caricatura de los personajes que es encantadora y a la vez cruda. En los diseños acentúa los colores mas vivos como el rojo o el amarillo para dar ciertos indicativos. Pero también hace uso de la luz y la iluminación de una manera sobresaliente que se relaciona intrínsecamente con uno de los puntos mas importantes del juego, el uso de las sombras.
Las sombras son traicioneras y esconden toda clase de enemigos y trampas en las que podremos caer si no somos precavidos. O lo que es peor, no poder hacerles frente debido a que apuntar en este juego tiene un cierto grado de «auto-aim» que se hace necesario en el fragor de la batalla. El hecho no poder ver al enemigo cancela esté apuntado y nos vuelve las cosas muy complicadas. Afortunadamente para nosotros, en las habitaciones hay faroles que podemos encender, disipando la oscuridad y aturdiendo a los enemigos.
West of Dead hace un muy buen trabajo para recordarnos al género del spaghetti western gracias a tres elementos vitales: la ambientación, la música y la narrativa. Respecto a lo primero, la aventura nos va a llevar a través de pantanos oscuros, ranchos abandonados, pueblos polvorientos infestados de bandidos y montañas nevadas, entre otros escenarios típicos. Respecto al apartado musical, cada nivel tiene su tema de exploración y de «batalla» que nos recuerdan a piezas de Ennio Morricone, Luis Bacalov o Sergio Leone con silbidos por lo bajo, guitarras apresuradas al son de los tambores y vocecitas que tararean tímidamente.
Finalmente y el punto más alto es la narrativa, llevada a cabo por ni más ni menos que el actor Ron Perlman en la piel de Mason con comentarios ocasionales acerca de lo que está pasando en el juego. Perlman aporta su típica voz profunda, llena de calma y reflexiva, ideal para contextualizar la situación en la que vive nuestro personaje. Que recordemos está atrapado en el purgatorio sin poder morir verdaderamente, llevándolo a contemplar cosas que en vida hubiera pasado por alto.
Realmente no esperaba que West of Dead me gustara pero logró comprarme con sus mecánicas de cobertura tan bien logradas, algo que rompe con la monotonía clásica de los roguelike. Acompañado también por un buen sistema de progresión, y una ambientación que le rinde tributo al western clásico. Tener juegos así de un género del cual esperas poco es algo por lo cual agradezco escribir, para que otros como yo se enteren de la existencia de estas joyitas.
Resumen
- Un roguelike distinto
- Mecanica de cobertura interesante
- Ambientacion western alucinante
- Ron Perlman hace la voz del protagonista con mucha personalidad
- Algunas armas tienen un alto costo para conseguirlas
- Realizamos avances muy de a poco
Conclusión personal
West of Dead es un Roguelike ambientado en el viejo oeste sobrenatural con muy buenas mecánicas de cobertura que premian al que espera y piensa sus movimientos. Con una estética que hace recordar a los dibujos de Mike Mignola y que obviamente juegan a su favor ya que hace utilización de las luces y sombras como una mecánica vital del juego, es recomendadísimo para aquellos que quieran jugar a algo diferente y mas si sos como yo que no soy un habitual del genero.
Datos extra
- Desarrollador: Upstream Arcade
- Publisher: Raw Fury
- Plataformas: PC, PlayStation 4, Xbox One,Nintendo Switch
- Fecha de publicación: 18 de Junio de 2020
- Análisis hecho en: PC
Sobre el autor
Solo un tipo normal amante de desenterrar juegos under. Mientras mas under, mejor. Te trae un juego que no tal vez no conocías y hasta te puede hablar horas y horas de un dato aparentemente insignificante de un juego que es "de vital importancia para entender todo".