Review: The Last of Us Parte II

Review: The Last of Us Parte II

18/06/2020 Desactivado Por Francisco Sgherza


“El que pega primero, pega dos veces”

The Last of Us vio la luz allá por 2013, en concreto el 14 de junio de 2013, y fue el cierre con broche de oro de una generación. Después de tantos años aquel juego de Naughty Dog quedó grabado a fuego en la retina y en el corazón. 

¿Qué es The Last of Us? Suponiendo que hay algún dormido que nunca haya escuchado hablar, o que por alguna razón no se haya interesado. The Last of Us Parte II, al igual que su predecesor, es un juego de acción en tercera persona con grandes tintes de survival horror. En estos juegos, el sigilo, y la administración de nuestros recursos es esencial. El más mínimo error nos puede complicar bastante las cosas más adelante en el camino, sobre todo en las dificultades más elevadas.

Además es el siguiente paso en la evolución de un estudio que no hace más que madurar con éxito. Este mismo estudio que en los 90 nos trajo Crash Bandicoot, y que más tarde traería Jak and Daxter, pasó al Indiana Jones moderno llamado Nathan Drake. La serie Uncharted fue quizás la que vio el cambio más profundo entre el gameplay más “arcadoso”, y uno que acompañaba más a la narrativa, más pesado, más lento, pero a la vez cargado de acción. El The Last of Us de Neil Druckmann marcó esto con fuerza, por lo que no resulta extraño que cuando se encargó de Uncharted 4, tantos elementos migraron a la franquicia de Drake. 

Volviendo a The Last of Us, el final de la primer entrega fue contundente, nos dejó con la mandíbula por el piso, y aunque tenía un cierre no se podía evitar pedir más. Para recapitular, el juego nos cuenta la historia de un viaje a través de América 20 años después de una pandemia que cambió al mundo para siempre. Algo particular de The Last of Us es que cerraba por todos lados, desde el brote inicial hasta el final de la historia.

Lo importante del primero, y ya lo dejo en paz porque la reseña es de la segunda parte, es que es de los que te hacen preguntar si realmente se necesita una secuela. No porque haya sido malo sino todo lo contrario, los riesgos son enormes. Pero por suerte Neil Druckmann y el equipo de Naughty Dog tenían algo que contar y decidieron correrlos todos. 

The Last of Us Parte II se trata precisamente de eso: de una segunda parte, y es válida la aclaración ya que títulos como Uncharted, no siempre trataban a sus secuelas necesariamente como algo continuista. Sí, por supuesto que era el mismo Nate y las aventura las había vivido, pero hasta la cuarta entrega quedaban muchos espacios en blanco y se daba más a la imaginación. Pero la Parte II de The Last of Us agarra el juego recapitulando los eventos del final del primer título y a lo largo de toda la aventura está estrechamente relacionado al mismo

Luego de una introducción nostálgica llena de emoción y un completo tutorial básico, nos vamos a poner en la piel de Ellie, a quien ya pudimos controlar durante una sección del primer juego. Obviamente no vamos a incurrir en ningún tipo de Spoiler, pero lo que se sabe es que emprende un viaje de venganza. Aunque parezca algo trivial, puedo adelantarles que las ramificaciones de una idea tan básica son mucho más profundas. Además The Last of Us Parte II es un juego mucho más oscuro y maduro que su primera entrega, y nada de esto es gratuito.

El juego sigue los pasos de su predecesor en todo momento y eso es remarcado en aspectos del gameplay y el formato del juego. Al igual que en el título anterior priman las emociones, el viaje, y las relaciones que se construyen entre los personajes. Esto no quiere decir que The Last Of Us Parte II sea un refrito de nada sino más bien una gran evolución, ya que incorpora elementos nuevos y aunque lo viejo lo hace sentir familiar, es completamente fresco. 

Por otro lado la dinámica del viaje también se mantiene como en la primer entrega. Gran parte del juego vamos a viajar acompañados, y es durante el viaje donde las sub tramas se desarrollan. Por un lado vamos a conocer más sobre los personajes a raíz de las charlas o lo que escuchamos de los enemigos, y por otro lado vamos a encontrar las cartas y documentos que nos muestran por lo que tuvo que pasar la gente en el pasado tanto cercano como lejano. La historia funciona como un hilo conductor desde el principio hasta el final, y los niveles son corredores que nos llevan a través. Pero esta vez los escenarios son mucho más grandes y dan lugar a la exploración. Si tenemos que hacer una comparativa vamos a encontrarnos con áreas casi “pasillezcas” y áreas grandes muy abiertas. 

Por poner un ejemplo nos vamos a encontrar con un área explorable que se compara con Madagascar en Uncharted 4. En esta zona se nos permite explorar diferentes lugares que valen la pena explorar, y que van a aportar un poco más al mundo que nos rodea. Explorar las calles tiene sus recompensas tanto para conseguir nuevas armas, como recetas de fabricación, easter eggs, o información.

Viejo perro con nuevos trucos

Si bien el esquema de controles es un reflejo de la anterior entrega, tiene cambios que afectan significativamente al gameplay manteniendolo prácticamente iguales. Cualquier jugador veterano que levante el control para jugar The Last of Us Parte II va a saber que botones tocar, cuando, y qué hacer, incluso sin que el tutorial se lo indique. Donde sí varía mucho es en el sistema de traversing por el escenario, ya que aunque los controles son los mismos podemos hacer mucho más. 

Este juego es significativamente más vertical y nos permite encontrar puntos de ventaja, escabullirnos, o eliminar sigilosamente a los oponentes. Uno de los ejemplos son las grietas en las paredes por las cuales vamos a poder pasar para ingresar, o salir, de las habitaciones. Pero además ahora Ellie se puede tumbar al piso y arrastrarse “cuerpo a tierra” para pasar por debajo de camiones, tragaluz, o aberturas. Esto último no solamente sirve para avanzar sino también es clave para la estrategia

Para quienes recuerden el lore de The Last of Us, algunas regiones fueron bombardeadas para acabar con las hordas de infectados, por lo que algunas partes tienen el terreno extremadamente alterado. Por otro lado hay que tener en cuenta que pasaron más de 20 años del brote de Cordyceps que acabó con el mundo como lo conocemos, por lo que la vegetación reclamó las ciudades. Los pastos altos y la destrucción vuelven al terreno sumamente complejo, y nos ofrecen muchas alternativas para encarar cada situación. 

Si bien el contenido de acción del juego es por momentos elevado, no hay que olvidar que no se trata de un shooter convencional. La supervivencia es esencial, y correr para vivir otro día es demandado. Ellie puede hacer uso de todas estas deformaciones para esconderse de sus acosadores, sean humanos o infectados. Al romper la línea de visión y evitar el último lugar donde fuimos vistos, podemos curarnos, administrar, y asechar. Como en el primer juego las escenas de enfrentamiento generalmente no nos suelen poner frente a humanos e infectados a la vez. Aunque hay algunos momentos donde vamos a enfrentar a infectados y humanos, o a facciones diferentes. Estos momentos son algo escasos, pero nos permiten usar la estrategia a nuestro favor, y dejar que entre enemigos diezmen a los oponentes.

Si no somos cuidadosos es probable que nos quedemos sin municiones durante algún enfrentamiento. Ahí entra en juego la capacidad de Ellie de agarrar a los enemigos por la espalda y usarlos de escudo humano, o de disponer silenciosamente de ellos. Al contrario que en la primer entrega donde la navaja de Joel se rompía tras un par de usos, la de Ellie no tiene duración

Aunque esto nos vuelve un poco más fácil la vida para movernos como un fantasma, la contraparte es que no la podemos usar más para abrir puertas. Una de las mayores decisiones que teníamos que tomar  en The Last of Us era si usar las escasas navajas para abrir puertas, o reservarlas para los Clickers. El truco era que nunca sabíamos cuando iban a aparecer, y que la navaja era la única forma silenciosa de eliminar a estos letales enemigos. Eso sí, usualmente la recompensa era muy alta y probablemente podríamos volver a craftear una navaja si la gastabamos en una puerta, pero el riesgo estaba.

¿Pero se removieron estas salas repletas de tesoros? Para nada, solo que ahora no tenemos que forzar cerraduras, sino buscar formas más inteligentes de entrar. Siempre que veamos una puerta cerrada, o bloqueada, vamos a poder arrastrarnos por algún agujero cercano, romper alguna ventana, o saltar por alguna abertura. Esto trae a colación otro de los elementos añadidos para la segunda parte. 

Así como Uncharted 4 se nutrió de lo aprendido en The Last of Us para la narrativa, las mecánicas de sogas del juego de Drake llegaron a esta segunda parte. En oposición al último título de Nathan no vamos a cargar una soga con un gancho por todos lados, sino que vamos a encontrar cables o sogas que podemos usar para resolver pequeños puzles. Esto le agrega otro dinamismo al juego ya que no vamos a tener que limitarnos a romper una puerta, sino que requiere un poco más de análisis de la situación, y del entorno.

Además arrastrarnos por cuanto agujero encontremos Ellie puede saltar, algo que no estaba presente anteriormente y que se sentía extraño. Joel podía trepar determinadas salientes, pero no se nos permitía correr y saltar para alcanzar otras. Esto cambió, y ahora nuestra protagonista puede seguir los pasos de Nathan Drake, aunque sin irse a la espectacularidad de la saga Uncharted. En ese sentido este sistema está muy bien cuidado sin romper el gameplay del juego, después de todo estamos frente a The Last of Us y no en la saga del coleccionista de tesoros. La habilidad de salto de Ellie nos ayuda también a resolver algunos de estos puzles que dependen de físicas, cables, o salientes que mencionaba antes.

Por otro lado vuelve el sistema de crafteo y la progresión de personaje que vimos en la primer entrega. Para ir desbloqueando las nuevas habilidades o mejoras para Ellie necesitamos encontrar las píldoras que ya conocemos, pero si queremos nuevas ramas de habilidades vamos a necesitar manuales de supervivencia. Una de las nuevas habilidades más útiles es la de craftear silenciadores para nuestra pistola. Aunque por supuesto, y al igual que en el otro exclusivo post apocalíptico de PlayStation, estos tienen una vida útil

Algunas mejoras u objetos dependen exclusivamente de nuestra exploración, y algunas cosas son fáciles de pasar por alto si no prestamos atención. Por lo que aprovecho el tema para volver a hacer énfasis en la exploración minuciosa del escenario, y siempre que se nos dé la posibilidad, visitar todos los lugares.

Un aspecto que se ve mejorado pero que sigue teniendo inconvenientes es la inteligencia artificial. En esta ocasión siempre que estemos acompañados, la IA responde un poco mejor. De todas formas la vamos a  seguir viendo pasear por todo el escenario. Por suerte los enemigos no le prestan demasiada atención, algo que sospecho que es para no dejar al azar la posibilidad que seamos descubiertos. No es lo mismo meter la pata al intentar cazar un enemigo, que caer víctima de un paso en falso de la inteligencia artificial. De esta forma el sigilo se podría volver insostenible sobre todo cuando es un factor tan determinante.

Una gran historia por contar

Como mencionaba más arriba en la reseña, el juego se apoya fuertemente en la narrativa, y todo lo que pasa ocurre porque se tiene algo para contar. Ya sea desde los motivos que, valga la redundancia, motivan a los personajes, o la historia detrás de cada ciudad que visitamos, todo es parte de algo más grande. Naughty Dog se enfrentó a la titánica tarea de hacer una segunda parte para un juego sumamente querido y celebrado. Esto podría haber salido mal, y que el juego mismo no soportara el peso de la expectativa y el hype. Pero la historia solida, cruda, y dura de The Last of us Parte II muestra que apostaron al caballo correcto. 

En algún párrafo de esta reseña mencioné que nada de lo que había era gratuito, y esto aplica a la desnudez, la violencia, las drogas, y a cada cosa que encontramos en el camino. No voy a hacer hincapié en ningún detalle para que los jugadores se puedan sorprender con cada pequeña cosa que se encuentren. Pero si encontramos algo siempre va a tener un porqué, ya sea para describir una situación, un contexto, o la emoción de personajes que nunca vamos a cruzar. A lo largo de este viaje nos vamos a plantear y re plantear preguntas, y al final algo que empezó con un viaje de venganza, una idea quizás tonta y básica, termina siendo el motor de una poderosa y emocional historia. 

Por otro lado está el tema de la sexualidad de Ellie que estuvo en el ojo de la tormenta desde la primera entrega. El juego desarrolla este aspecto del personaje de forma completamente orgánica dentro de la historia y, aunque es independiente de las acciones que toma, sirve como motor para algunas situaciones. Los eventos se desarrollan con una Ellie de apenas 19 años que ya tiene en claro cómo se siente y sus preferencias sexuales. Incluso se pueden ver algunas situaciones donde la aceptación y la intolerancia son protagonistas, de forma sutil, pero contundente. Pero no es la primera vez que se explora esta faceta, no solo en la historia de Ellie con el DLC Left behind, sino también con Bill en el primer The Last of Us aunque de forma mucho más sutil.

Todo lo que brilla es oro 

En el apartado artístico The Last of Us Parte II brilla por donde se lo mire. La vegetación de más de 20 años cubre las ciudades y donde había calles ahora hay espesos bosques. Todo esto es atravesado por la luz del sol, las linternas, o las fogatas. La paleta de colores del juego crea escenarios sumamente variados que contrastan entre el verde de los árboles y arbustos con las construcciones venidas abajo. Un aspecto que prima en lo visual es el agua, algo en lo que Naughty Dog viene trabajando fuerte desde el primer Uncharted. En este aspecto la evolución de las masas de agua se nota y destaca, pero no solo en la superficie, sino también cuando nos sumergimos bajo el agua. 

Creo que una de las experiencias más satisfactorias en lo que respecta a este apartado es ver cómo se dispersa la luz a través de los frondosos bosques, o ver la luz tratar de atravesar las partículas suspendidas de esporas. Pero no es solo en iluminación que The Last of Us Parte II destaca, sino en los detalles de las expresiones faciales. Cuando Ellie realiza un esfuerzo, por ejemplo cuando elimina sigilosamente a un enemigo, o cuando golpea con todas sus fuerzas con un palo se aprecian plenamente los gestos. Por supuesto que este nivel de detalle no se limita solo a las expresiones de los personajes, sino también a cada rincón que observemos. Las zonas abandonadas donde la vegetación es menos predominante quizás es lo que más contrasta ya que no se ve tan “lindo”. Pero es precisamente por lo venido abajo, oxidado, y “feo” de esas locaciones.

El único punto negativo en este apartado es quizás lo repetitivo del diseño de algunos enemigos. Cuando nos encontremos con los clickers por ejemplo, su diseño no va a variar demasiado de uno  a otro. Si bien es un aspecto un tanto negativo, la verdad es que no afectó para nada la experiencia de juego pero valía la pena mencionarlo.

Rendimiento

La reseña del juego fue realizada en una PlayStation 4, la común no la Pro, y a lo largo de todo el juego el rendimiento fue impecable. No solo el juego anda fluido sino que no experimentamos bajones de frames en ningún momento, salvo durante una sola escena scriptada cerca del comienzo del juego. Además, y para los que les preocupa la ventilación de la consola, jugando extensivamente la ventilación no sonó más que con otros títulos AAA. Incluso puedo decir que como comparación, ya que lo volví a jugar hace poco, en mi caso hizo menos ruido que con Horizon Zero Dawn.

Para ir cerrando, se puede decir que a pesar de algunos inconvenientes menores como la inteligencia artificial y la repetitividad en los diseños Naughty Dog dio en el clavo con una de las experiencias más gratificantes de los últimos años. The Last of Us tuvo el honor de cerrar con broche de oro la generación anterior, y esta vez Neil Druckmann y su gente lo lograron una vez más

The Last of Us Parte II se pone a la venta el 19 de Junio de 2020 para PlayStation 4, y la reseña fue realizada, como mencioné antes, en una PlayStation 4.

*imágenes facilitadas por PlayStation

Resumen

POSITIVO
  • Increíble, emotiva, y solida historia.
  • Situaciones variadas y gameplay sólido.
  • Apartado gráfico.
  • Coleccionables que incitan a jugarlo de nuevo
NEGATIVO
  • La IA por momentos.
  • Repetitividad de algunos diseños.

Conclusión personal

No puedo decir otra cosa más allá de que estoy contento y feliz, y que disfruté cada minuto de este viaje. The Last of Us dejó una huella muy profunda, y como dije a lo largo de la reseña Naughty Dog lo logró una vez más. La apuesta fue grande y la redoblaron a cada paso que dieron con un juego más grande, más desafiante, y muy emotivo. Es un juego que vale la pena jugar desde el día uno sobre todo si disfrutaron del primer título. Y en el caso que no lo hayan hecho, pueden jugar The Last of Us Remastered, y prepararse para el viaje de sus vidas con la segunda parte como se debe. El 19 de Junio de este 2020 va a ser un gran día para todos los poseedores de una PlayStation 4.

  • Desarrollador: Naughty Dog
  • Publisher: Sony Interactive Entertainment
  • Plataformas: PlayStation 4, PlayStation 4 Pro
  • Fecha de publicación: 19 de Junio de 2020
  • Análisis hecho en: PlayStation 4