Review – At The Gates
26/02/2019 Desactivado Por Facundo Joel Petrolo Iriarte"El CIV indie, de la misma gente que te lo trajo"
Cuando Jon Schafer, director de Civilization V dejó Firaxis para realizar su propio juego no se imaginaría cuánta influencia tendría el galardonado sobre su trabajo actual. Estamos hablando en este momento de At The Gates y me gustaria que me acompañes en esta review a ver si merece el premio de "Un Round Más".
En At The Gates, nuestro objetivo principal es crear una cultura tan grande que pueda destronar al Imperio Romano, esto se puede hacer mediante dos métodos: una de ellas es lograr la superioridad militar de tal manera de que podamos conquistar una de las mitades de Roma o la alternativa más pacífica dirigiendo cinco clanes nuestros equipados como legiones romanas para tomarla desde adentro.
Para esto lo que debemos hacer es controlar a una de las tribus bárbaras entre las que tenemos disponibles y empezar a desarrollarnos de a poco para lograr avanzar a medida que pasa el tiempo. Dada la naturaleza nómada de nuestra tribu, no tendremos varias ciudades como en Civilization sino que poseeremos una sola ciudad que podremos ir moviendo. Como cada recurso que extraigamos se va desgastando con el tiempo debemos movernos a lugares que sean más ventajosos para nosotros con el fin de estar cerca de los recursos que más necesitamos viñedos, minas, rutas marítimas o comerciales, etcétera.
Como bien dice la primera página del primer tutorial el juego, At The Gates es un juego lento que pone a prueba toda nuestra paciencia y, en consecuencia, nos exige prestar especial atención a las mecánicas del juego. En principio nuestra tribu estará compuesta de distintos clanes representados por un líder y dependerá de nosotros el hecho de entrenarlos en una disciplina en particular de las 6 disponibles para poder así desarrollar distintas profesiones. Por ejemplo si nosotros decidimos por la disciplina de agricultura se nos abrirá un árbol de trabajo relacionados a esto como un recolector; el cual nos dará la posibilidad de descubrir y obtener frutas del mapa o si desarrollamos a alguien la disciplina del Honor podremos perseguir una carrera militar, siendo primero un cazador común para después convertirse en scout o una guardia montada.
Pero estos trabajos no podrán ser desbloqueados si no conseguimos primero puntos de cultura, los cuales son un bien que va produciéndose a través de los turnos. Lo que es una pena realmente de este sistema es el hecho de que los trabajos sean tantos y sirvan para atender a un solo propósito específico; por lo que si uno es un excavador, descubre un yacimiento de oro y quiere hacer una mina en el momento, no podrá hacerla porque necesitaría depender de que otro clan tenga la profesión de minero o desperdiciar bastantes turnos en volver a la ciudad y cambiar a la clase que necesitemos lo cual se hace un parto a la larga.
A los hábitos clásicos de los juegos 4x se le suma un elemento roguelike, ya que además no sólo debemos tener en cuenta el hecho de avanzar como una civilización sino que a los factores humanos se suman los naturales debido a que el paso del tiempo es otro enemigo en At the Gates. A medida que van pasando los meses se irán sucediendo las estaciones y, si bien la primavera el verano y el otoño no supondrán un gran peligro para nosotros, el invierno será devastador y cambiará completamente el mapa del juego. Afortunadamente tendremos un contador de tiempo que nos dirá cuánto falta para el siguiente invierno y nos dará tiempo para prepararnos. En esta época nefasta algunos frutos dejarán de crecer o se congelan y por lo tanto dejaremos de recolectarlos. Además, cada vez que movemos a nuestras unidades, estas irán consumiendo raciones dependiendo del terreno y la estación en la que nos encontremos en terrenos de planicie y en plena primavera no consumiremos lo mismo que en una montaña en medio del invierno; además, al acabarse las raciones empezará a bajar la vida del clan por cada turnos a menos que consigamos más raciones. Esto todo lo que hace es que estemos constantemente pendientes de las fechas para poder prepararnos con antelación a las épocas más duras.
Sumándole un punto más a la incertidumbre de las partidas. cada ciertos turnos se nos unirán más clanes a nuestra tribu, cada una con dos características generadas aleatoriamente. Por ejemplo, qué cierto clan sea muy efectivo para los trabajos de Honor y por lo tanto tarde menos turnos en especializarse pero tal vez esto lo hace más propenso a pelearse con otros clanes, lo cual nos jugará en contra porque significa un impacto importante en uno de los dos clanes en conflicto.
Como si fuera poco, también nuestros clanes tienen un medidor de felicidad el cual irá variando según los deseos que podrían llegar a tener cada uno, el hecho de no cumplir con estos deseos de pronta manera podría significar que realicen su labor de forma menos efectiva o que simplemente cortan lazos con nosotros. Estos elementos agregan un nivel de variabilidad interesante pero, como contrapartida, dañan en gran manera al ritmo del juego, arriesgando preciosos turnos en desarrollar a fondo una unidad especializada en combate para que de repente le nazca el deseo de ser pescador o querer permanecer en lugares con techo, limitando nuestras opciones.
Estas características hacen que el juego se vuelva tedioso al punto del cansancio. Si, At the Gates te avisa de antemano que es un juego largo y difícil, pero lo caótico de sus elementos roguelike hace que plantearnos objetivos claros sea algo imposible de llevar porque, si no nos estamos muriendo de hambre, estamos gastando turnos cambiando de trabajos constantemente o cuidándonos del letal invierno; alejándonos cada vez más de asediar las puertas de los romanos.
At the gates es un proyecto ambicioso y se nota el amor que tiene Jon Schafer por el género; puesto que las cartas nuevas que trae a la mesa son atrayentes e interesantes, pero el ciclo de juego que propone no es para todo público y sinceramente creo que le faltan pulir algunas asperezas que espero se solucionen con actualizaciones. El efecto de "Un turno más" se encuentra en el ADN del juego y nos llama a seguir hasta altas horas de la noche mejorando nuestra civilización, pero a la larga nos daremos cuenta que todas esas horas invertidas sólo significaron una infinitésima parte de nuestro objetivo (o nada, si nos concentramos solo en sobrevivir) y de a poco lo dejaremos de lado hasta olvidarnos.
Resumen
- + El ADN de "Un turno mas" esta presente
- + Sistemas de juego innovadores
- + Graficos que parecen sacados de una pintura
- - Las profesiones podrian ser mas flexibles
- - Los elementos roguelike ralentizan mucho el flujo del juego
Conclusión Personal
At The Gates viene de la mente de Jon Schafer, director del Civ V y si bien toma inspiración del mismo, tiene elementos que lo diferencian. Necesita mejorar con algunas actualizaciones de balanceo pero el juego va por buen camino.
- Desarrollador: Conifer Games
- Publisher: Conifer Games
- Plataformas: PC
- Origen:EEUU
- Fecha de publicación: 23 de enero del 2019
- Análisis hecho en: PC
Sobre el autor
Solo un tipo normal amante de desenterrar juegos under. Mientras mas under, mejor. Te trae un juego que no tal vez no conocías y hasta te puede hablar horas y horas de un dato aparentemente insignificante de un juego que es "de vital importancia para entender todo".