Review – Ruiner en Nintendo Switch
25/06/2020Allá lejos y hace tiempo mi buen compañero Facundo Petrolo escribió la reseña de un juego cyberpunk, isométrico y cargado de violencia. Ahora es mi turno de adentrarme en este mundo ya que Ruiner dio su paso a la Nintendo Switch, y me tocó a mi probar las bondades y desventajas de este mundo de circuitos y matones.
Siempre que un juego sale en varias plataformas, y en lapsos de tiempo separados, es un tanto complicado hacer una reseña. Es inevitable pensar en ¿Que se puede decir que no haya sido dicho hasta ahora? Pero en este caso no solo cuento con la ventaja de darles otro punto de vista, sino también en una plataforma nueva y un tanto particular como la híbrida de Nintendo.
Creo que podemos estar todos de acuerdo con que una de las grandes ventajas de la Nintendo Switch es la portabilidad. No importa el modo de preferencia en el que juguemos, en mi caso juego más que nada en modo docked, llevar la Switch a todos lados es un lujo. ¿Y es que no es eso lo que queremos todos? Patear cyber trastes mientras estamos sentados, digamos en el colectivo?
¿Pero qué es Ruiner? Para quienes esten como yo que hasta que realicé la reseña nunca había tocado Ruiner, los voy a poner en contexto. Se trata de un twin stcik shooter con algo de hack n slash. Aunque no se olviden que también pueden leer la reseña de Facundo “Petro” Petrolo, la historia empieza así. Llegamos a la ciudad de Rengkok sin recuerdos y con un solo objetivo “Kill Boss”, alguien se metió en nuestro cerebro, nos hackeó y nuestro solo propósito es eliminar al jefe de Haven.
Tras un corto tutorial en el que intentamos alcanzar al jefe de este lugar distópico paradisiaco en medio de tanta porquería. No nos va bien ni mal, pero terminamos con el brazo frito, el cerebro casi frito, y más preguntas que respuestas. Eso sí ahora tenemos un rumbo definido hacia Rengkok South. A partir de acá me encontré con un juego que hace un poco más que ponernos frente a frente con oleadas de cyber matones (prometo que es la última cyber cosa).
Con la excusa de hacernos con algo más de experiencia Ruiner nos tiene preparada una serie de misiones secundarias. Si bien estas son simplonas y se van cumpliendo a medida que avanzamos en el juego, están bastante bien integradas a la historia principal y su función es darnos Karma. En este extraño mundo futurista el Karma es la moneda, es nuestra experiencia, y subir de nivel es lo que nos va a permitir conseguir mejoras.
Para explayar esto un poco más tener Karma nos permite entrar a algunos lugares, ya que sin platita no entrás, pero además te sirve como puntos de experiencia. Obviamente no habría progresión del personaje si no pudiéramos armarnos hasta los dientes de Cyber habilidades (por supuesto cyber mentí). Estos puntos que vamos ganando a medida que subimos de nivel con el Karma pueden instalarse y desinstalarse para ser usados en otras habilidades.
Si bien depende de cada jugador y como quiera encarar el juego, en mi caso la verdad es que me ajusté solo a dos o tres habilidades. Pero si queremos cambiar nuestro estilo de juego en una misma partida tenemos la posibilidad de reinstalar los puntos que gastamos.
Algunas líneas atrás mencioné que el juego era un twin stick shooter con algo de Hack n Slash, y es que Ruiner nos lleva a partir cabezas y disparar después, o algo así. Si bien hay armas por doquier la cantidad de municiones de cada una es en extremo limitada. Pero esto no es un problema, ya que podemos hackear alijos de armas, o recoger las que los enemigos dejan cuando los destrozamos.
Algo bastante interesante respecto a esto es que el juego consiste en arenas donde nos enfrentamos a oleadas de enemigos interconectadas por pasillos laberínticos. Cuando terminamos cada oleada va a venir un grinder, un robot que aparece cuando dejamos un recuento amplio de cadáveres, a reciclar las armas. Todas estas armas nos van a recompensar con puntos de Karma, y con una nueva arma. Aunque no entiendo bien cual es la psicología detrás de esto, ver todas esas armas ser recicladas a cambio de muchos puntos es sumamente satisfactorio.
El mundo de Rengkok, los colores, y lo retorcido de su sub sub mundo te mantienen entretenido por las escasas 5 o 6 horas que dura el juego. Y aunque ofrece algo de rejugabilidad con otros modos una vez que la historia fue contada no hay mucho más que eso. Pero la verdad es que Ruiner lo sabe, y por eso te ofrece leader boards y un modo speedrun para que juegues los “dungeon” en lugar de pasar por la historia una vez más. Esto nos permite ir directamente a la acción sin cinemáticas, dialogos, ni overworld, puros tiros, golpes, y espadazos.
Pero todo esto quizás ya lo saben, quizás soy de los pocos que no había probado la satisfacción de r epartir cyber justicia por mano propia. Así que vamos a lo que quizás no saben todavía, que es como se juega en Nintendo Switch. Tengo que empezar por decir que la experiencia en general fue buena, pero sigue con “a pesar de algunos inconvenientes”. Ruiner en Nintendo Switch es la experiencia Cyberpunk que te podes llevar a todos lados y es sumamente divertido.De momentos comparé esta satisfacción con un favorito personal, el Sine Mora Ex. Si me permiten irme por la tangente un ratito, algo que no pude evitar pensar fue que el juego es corto pero me veía rejugandolo varias veces como dicho juego de aviones.
Mientras que esto que digo es verdad, también tengo que admitir que el rendimiento decae un poco, sobre todo cuando lo jugamos en modo handheld. Aunque soy más de jugar con mi Nintendo Switch en casa como mencioné antes el juego se probó extensivamente en el modo portátil. Esto no se debe solamente a que una buena reseña debería incluir ambas experiencias sino a que a veces me corrían del televisor. Hablando en serio Ruiner se usó en los dos modos que permite la consola, y desgraciadamente en ambos sufrió bajones de frames, sobre todo en los momentos más frenéticos.
Además no es algo que haya pasado exclusivamente en el modo portátil, ya que tuvo algunos tirones incluso dockeada. Aunque experimentamos estos inconvenientes, hay que aclarar que fue en menor medida que cuando se jugó en modo portátil.
Por otro lado si usamos los Joycon los controles se sienten un poco raros, pero con el Pro Controller no hubo quejas. Eso sí esto es un tema puramente personal, y hay que tener en cuenta que suelo jugar más el Pro Controller que los Joycon que vienen de fábrica.
Hasta ahora las cosas que dije hacen parecer a Ruiner una experiencia no tan grata, pero la verdad es que disfruté mucho el juego en su totalidad. Incluso como dije más atrás en la reseña, me veo re jugándolo en el futuro por el solo placer de recorrer los sub niveles de Rengkok una vez más.
Algo fundamental de este juego, y que ya lo dijo nuestro queridísimo Petro cuando lo reseñó allá por 2018, es que “La vedette de Ruiner es sin duda alguna la personalidad que exuda a través de sus poros, tanto en el apartado de la ambientación como en el musical”. Y es que Ruiner tiene un qué sé yo que no se que, que lo hace muy especial, recordándonos a obras como Blade Runner, y si nos dejamos ir un poco por la tangente a Total Recall, y la más nueva Altered Carbon.
Ya que nos permitimos la libertad de tomar algunas palabras de Facundo Petrolo quiero cerrarla reseña con que “Ruiner logra captar a la perfección la estética cyberpunk y le da un toque muy propio que se nota que fue trabajado con mucho cariño y dedicación”. Pero además agregar que en Nintendo Switch se trata de una experiencia muy entretenida, que a pesar de los inconvenientes técnicos suma mucho al poder jugarla “on the go”.
