Para el que no sabe de qué se trata, Valkyria Chronicles 4 es un juego de táctica que se maneja de una forma similar a un XCOM. La mecánica de juego es difícil de explicar pero fácil de aprender: poseemos una fase la cual se divide en varios turnos que podemos utilizar en cualquier unidad que queramos, por lo tanto podremos optar por consumir un turno en distintas unidades o desencadenar una serie de acciones mediante el uso de varios turnos sobre un solo personaje. Podremos mover a cada personaje una cierta distancia en cada turno y al atacar tendremos una mira que indicará el rango aproximado sobre el cual se llevará a cabo.

Como para sumarle un poco más de condimento al asunto, tenemos distintas clases que nos serán de utilidad en tanto y en cuanto les podamos sacar el mejor jugo posible. Por ejemplo: con el sniper podremos disparar desde grandes distancias pero tenemos baja defensa, los lancers utilizan sus armas antitanques para acabar rápido con los vehículos pesados pero en contrapartida tienen una baja movilidad, los grenadiers utilizan sus morteros para hacer ataques directos e ignorar las fuerzas enemigas pero al momento de preparar su arma quedan muy expuestos a un ataque, entre otras clases. Lo positivo de todo esto es que a medida que vayamos consiguiendo experiencia, podremos utilizarla para subir de nivel a toda una clase y así lograr que todos los personajes de esa clase tengan habilidades mejoradas.

 El Escuadrón está compuesto por un grupo de lo más variado de personajes, desde Raz y su actitud audaz y enojona, Riley y su relación de amor/odio con Claude y hasta algún que otro personaje secundario que lleve a cabo algún disparo de suerte en medio de las batallas se ganaron nuestro corazón y, si bien al principio el tono del juego nos puede parecer muy inocente y lleno de felicidad, logra cambiar de carriles sentimentales en las situaciones correctas y nos hace sentir una montaña rusa de emociones brindándonos mucha camaradería entre los personajes, compartiendo momentos mundanos, debatiendo estrategias, riendo, llorando, sufriendo y vitoreando que a la larga nos hace recordar a una película de guerra.

 A lo dicho anteriormente, se le suma también una sensación de Road Movie y es que en nuestra cruzada por llegar a la capital del Imperio estaremos acompañados por el vehículo insignia del Escuadrón nuestro fiel Tanque “Hafen”. Teniéndolo como una unidad más, podremos utilizarlo para pasar por entre los enemigos ya que la artillería común no le afecta y podremos lanzar devastadores ataques pero teniendo cuidado de no dejar expuesto nuestro radiador trasero, que con un disparo certero podría llevar al tacho todos nuestros planes. Además de esto, podremos utilizar dinero para mejorar las armas y el blindaje del tanque y de nuestros personajes para que nuestro equipo se convierta en una auténtica máquina de matar.