¿De qué va la historia del juego? Básicamente es una excusa pero le da toda una atmósfera que justifica su ambientación: estamos en el Sistema Extax y somos un carroñero que viene de afuera para robar un recurso muy apreciado en el lugar llamado “atómikas”. El Sol ha comenzado a crecer y a devorar todos los planetas del sistema, cada civilización tiene su teoría de porque sucede (algunas religiosas, otros echan la culpa del extranjero como Donald Trump, etcétera) y están tratando de salvar las atómikas para subsistir.

 Las zonas se representan como planetas, siendo unos tres en total, y cada una tiene cuatro secciones divididos en diez niveles que podrían terminarse en menos de un minuto si tienes los reflejos de un adolescente coreano (si, sonó muy racista, pero miren un video de ellos jugando algún arcade y entenderán). Contamos con una minigun y nuestra interacción con el personaje son tres botones: uno para volver al comienzo del nivel, otro para propulsarse a la gran Flappy Bird disparando hacia abajo y otro para disparar hacia adelante para destruir lo que podamos; estas dos últimas acciones no pueden ser a la vez por usar la misma arma, así que deberemos alternarlas según lo que se presente.

 Lo anterior se siente bastante sencillo una vez que nos acostumbramos en los primeros tres niveles pero luego la dificultad aumenta exponencialmente y hay que sumarle que la cámara se mueve todo el tiempo de izquierda a derecha, por lo que que si nos quedamos muy atrás también perderemos. En cada nivel podremos recoger una cierta cantidad de atómikas que solo sirven para mejorar nuestro puntaje (que al terminar cada planeta, recién ahí podremos compartirlo en línea) y para ir destrabando los siguientes planetas, aunque no hace falta que nos gastemos mucho ya que con solo terminar los niveles y agarrando lo que aparezca se puede lograr (a menos que seas un enfermo del 100%; yo en solo dos niveles, y de casualidad, agarré todos).

 Algo a recalcar es que si queremos saltarnos niveles y dejar los otros para después, podemos hacerlo pero sólo con los de la misma sección (para ver los otros hay que al menos terminar los de la sección anterior) pero si aún así da vagancia, en las opciones tenemos la posibilidad de destrabar todo de una vez. También tenemos la posibilidad de jugar con joystick...o al menos eso indica su página de Steam y menú pero al menos yo no pude hacerlo ya que más allá de saltear las partes introductorias y menú no me lo reconocia (probé con diferentes joysticks de Xbox 360, computadoras y puertos USB pero ninguno logró funcionar; y eso que ni drama con otros juegos y usar el modo big picture de Steam).

 Al empezar cada sesión tendremos una frase que menciona un poco de lo que está sucediendo y al comienza de cada nivel un personaje (van cambiando) con un estilo retro comenta sobre lo que pasa en su planeta y tus acciones (algunos nos dan la bienvenida, otros la cuestionan, etcétera). Todo sucede de una manera muy fluida por lo que la sensación frenética; al segundo de terminar un nivel, ya estamos empezando el siguiente con un nuevo desafío.

 Mientras avanzamos en RGJG comenzamos a ver diferentes obstáculos más allá de las paredes: sierras que vuelan al destruirse (además de moverse algunas), pinches, pequeñas naves que nos disparan, bloques giratorios que rotan al dispararles, torretas láser, etcétera. También notaremos que cada planeta nos muestra alguna mecánica en particular y los siguientes niveles se centran en diferentes combinaciones con el mismo: en el primero llamado Gasofinaria es lo básico y van acumulando diferentes obstáculos, el segundo (Cinturón Eclipsinia) tenemos en la parte superior e inferior donde no hay algo sólido un transportador que nos lleva al lado contrario (tocas la parte de abajo y apareces en la de arriba); y por último está el planeta Fortaliza Orbital Acuamaldad que sería, como cualquier juego dificil tiene, la zona de niveles de agua que nos hará arrojar el teclado contra la pantalla. En este planeta tenemos zonas con agua que al introducirnos invierte la gravedad del personaje y disminuye la fuerza de gravedad, esto último es entendible pero hace que con todo lo dinámico sea difícil adaptarse a ese cambio.

 Además que me hubiera gustado que se usen las atómikas que agarramos de alguna otra forma (alguna tontera como cambiar el sprite del personaje o al menos los colores del disparo), es molesto los cambios de dificultad exponenciales que hay con picos en algunos niveles. Entiendo que parte del objetivo de hacer el juego es que sea difícil pero cuando lo haces tan ridículo que para terminarlo hay que ser un enfermo masoquista o tener un odio hacia uno mismo y es una forma de cortarse las venas en forma pixelada (mi caso) no es fácil que muchos lo disfruten; así que a menos que seas un loco como yo en este tipo de juegos...aléjate, ya que lo simple de los primeros diez niveles es engañosa para que termines enganchado. Seguramente su forma de “jugada corta” es buena para tablets (aunque seguramente la terminarás rompiendo por la frustración) pero en PC puede llegar a cansar ya que uno suele jugar más de 30 minutos en esa plataforma. Sería bueno haber colocado al menos una opción para jugarse un toque más fácil donde hayan más checkpoints (que desaparecen en el tercer planeta, haciendo todo más frustrante)

 Hay muchos agregados “juicy” (jugosos) bien realizados, es decir, pequeños efectos que generan una respuesta visual a pequeñas acciones como que tiemble toda la pantalla al disparar o que al morir se vuelve como una estela al principio o al último checkpoint; pero lo que no se siente bien y satisfactorio es al terminar cada nivel, directamente te muestra un pequeño diálogo con algún personaje diciéndolo y listo. Esto último parece estúpido pero hace que al terminar algo difícil la recompensa se sienta mejor, como en Megaman o Catherine, terminas insultando pero ese festejo final con estallido hace que todo valga la pena.

 El apartado gráfico es soberbio y que nos recuerda a la ambientación Blade Runner con colores chillones junto a tonalidades muy oscuras, el diseño de los personajes está muy bien logrado, el menú y selección de planetas va perfecto con el estilo del juego. Hay diversos efectos bien realizados como las partículas del agua, de los disparos, cuando uno muere y vuelve a comenzar, de estática en pantalla y muchos más que nos hace todo más inmerso; lo único a recalcar es que hay que alejarse si uno tiene problemas de epilepsia ya que además de los colores brillantes, hay mucho de esos cambios fuertes de iluminación y flashes de pantalla.

 La música y los sonidos de RGJG es una de las cosas más destacables del juego, no tendrán variedad pero están perfectamente hechos para que acompañe a todo lo que sucede. Es todo electrónico con voces radiales cada tanto que nos mete totalmente al frenetismo de nuestras acciones, no tiene desperdicio y en ningún momento se siente que molesta.