Lo primero que se puede decir de Sludge Life es que es un juego extraño, tanto por su apartado gráfico cómo por las cosas que ocurren en el juego. Es un mundo en el cual nos vamos a encontrar con personajes de todo tipo, tamaño y forma, desde personas “normales” a individuos con cabezas de palomas y seres con ojos gigantes, pero que bajo esa capa de pintura surreal de colores estridentes y algunas imágenes grotescas, esconde puzles desafiantes y un mundo de varios niveles por explorar.

En el juego encarnamos a Ghost, un Tagger, con la tarea de pintar nuestras insignia por toda la ciudad. En esencia lo que vamos a hacer la mayoría del tiempo es tratar de subirnos a los lugares más altos en una especie de parkour en primera persona, pero sin convertirse en un Mirror’s Edge. Aunque hay una malvada corporación y guardias con tonfas que no van a dudar en darnos una buena paliza, les juro que no tiene nada que ver con Mirror’s Edge. 

Hay una especie de sub trama de fondo en Sludge Life que contrapone el mundo caótico en el que vivimos, con una gran corporación, y sus agentes del orden. Sludge Life no es un juego en el que tengamos que combatir ni desentrañar una conspiración, pero cuenta con algunos antagonistas que pueden dañarnos, e incluso en algunos puntos causarnos la muerte. 

Si hablamos con los diversos personajes que nos encontramos a lo largo del juego, vamos a conocer sus puntos de vista satíricos y poco interesados, aunque puntos de vista al fin.  Por ejemplo, el de la revuelta por la muerte de Ciggy, la mascota de una tabacalera que murió en circunstancias aplastantes. Es por esto que nos vamos a encontrar con guardias de la misma corporación que, cómo dije no van a reparar en partirnos la cara a bastonazos. 

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El juego tiene una lista de objetivos en los que tenemos que buscar ítems distribuidos por todo el escenario. Así mismo se nos da la tarea de robar unos diamantes, y conseguir los finales bueno, malo, y raro, de Sludge Life. Para lo que vamos a tener que conseguir algunos ítems que nos van a permitir avanzar. 

En este sentido el juego no ofrece grandes puzles, sino más bien formas de resolver situaciones diferentes. Estas situaciones suelen incluir lugares a los que no podemos acceder, y para los cuales vamos a tener que buscar rutas alternativas que nos permitan acortar el camino o infiltrarnos en habitaciones impenetrables. 

Es fácil no saber qué hacer al comienzo del juego ya que Sludge Life no se molesta en decirnos dónde están las cosas o qué tenemos que hacer, y tampoco importa demasiado. Eso está para que el jugador lo descubra solo toqueteando en el menú del juego que sirve cómo fuente de mini juegos, de información para la aventura y de acceso al menú de configuración. 

Cómo somos grafiteros, parte de nuestro trabajo consiste en ir pintando grafitis y, de paso, podemos ir robando algunos ítems para coleccionar, cómo los 20 Ciggys que hay para fumar. Además el juego nos establece algunos objetivos para terminar el juego que cómo fije nos llevan a los finales Bueno, Malo, y Raro. Estos objetivos se pueden conseguir realmente rápido si sabemos que es lo que tenemos que hacer ya que se encuentran relativamente cerca del punto de origen. 

El juego no demanda una progresión a lo largo de una historia, aunque cómo podemos ver hay trasfondo, sino que nos invita a movernos por todas las plataformas de la isla mientras buscamos cada secreto. Para orientarnos, Sludge Life nos ofrece una lista de actividades que podemos encontrar en el menú de pausa dentro de un Readme que va tildando los objetivos que completamos. ¿Y es que acaso leer un archivo Readme no es lo primero que hacemos?¿No? 

El mapa del juego está construido cómo una serie de edificios colocados sobre una sustancia lodosa (suponemos que de ahí sludge) que nos impide el avance de forma fluida. Esto nos obliga a movernos de plataforma en plataforma, y buscar siempre el camino más enrevesado para alcanzar los diferentes objetivos. Además vamos a encontrar diversos personajes a los que podemos escuchar pero sin entablar alguna conversación que realmente lleve a alguna parte.

No se trata de un juego sumamente difícil pero sí cuenta con varios lugares para explorar si lo que estamos buscando es desentrañar todos sus secretos. Y la realidad es que esto es todo lo que vamos a querer hacer con Sludge Life, ya que se trata de un juego extraño, para pasarla bien un rato y cumplir con las tareas que se nos encomienda en nuestra lista. Más allá de esto, Sludge Life no tiene otro valor de rejugabilidad que el paseo por la isla. 

Para redondear la reseña, uno de los puntos más destacables del juego es su apartado gráfico, no por gozar de foto realismo ni detalles increíbles sino por su estética. El juego utiliza el cell shading con algunos filtros que hacen parecer al juego visto cómo por una videocasetera vieja y lo dota de un estilo particular. Además los colores van en línea con la locura de sus diseños y personajes, lo que termina de darle forma al mundo creado por DOSEONE. 

Sludge Life salió en exclusiva en 2020 para Epic Games Store de forma gratuita, y se puso a la venta tanto en la plataforma, cómo en Steam y Nintendo Switch el 2 de Junio.