Review – Vaporum

09/04/2019 Desactivado Por Facundo Joel Petrolo Iriarte

En Vaporum nos vamos moviendo paso por paso como si fuera un juego por turnos mientras vamos subiendo por los distintos pisos de la estructura. Luego de un tutorial simple donde nos enseñan los controles básicos de movimiento, tendremos que elegir entre uno de los «Exo Rigs» o trajes especiales disponibles los cuales definen nuestras estadísticas básicas y algunas habilidades pasivas como una mayor resistencia a ser envenenados, quemados (u otros estados) o ser más efectivo con las armas cuerpo a cuerpo. Sin embargo no debemos tomar esto como si fueran clases ya que al momento del combate, tendremos total libertad de utilizar las armas y técnicas que deseemos sin limitación alguna en peso, nivel o clase, lo cual nos da una gran versatilidad.

Siendo un juego centrado en el combate, hay que decir que este aspecto fue refinado hasta la perfección. Cada «turno» tiene una duración de aproximadamente 2 segundos y el no reaccionar cuenta como un turno así que generalmente debemos tratar de estar en constante movimiento memorizando las reacciones de cada enemigo y usar esto en conjunto con el ambiente para lograr vencer. Por ejemplo, uno de los primeros enemigos que encontraremos será una especie de dron que se mueve de a un paso a la vez para luego preparar el ataque en el siguiente. Si observamos nos daremos cuenta que girar también le consume un turno, con lo cual podremos aprovechar las esquinas de un pasillo o atacar para superarlo sin perder nuestra salud.

Luego de una hora o dos nos veremos fácilmente superados por los enemigos y querremos tener aunque sea un poquito más de tiempo para pensar. Afortunadamente el juego introduce en el momento justo la posibilidad de detener la acción para permitirnos analizar la situación antes de actuar. He de decir que la posibilidad de hacer esto convierte al juego en un híbrido entre juegos de turnos y tiempo real que yo al menos nunca experimente y que nos ayuda a enfrentarnos a una situación a nuestro gusto.

Al repertorio de armas convencionales como cuchillos, mazas, espadas, pistolas , escopetas y otras de variada efectividad dependiendo del enemigo, se suman los «gadgets» o artilugios que obtendremos de cofres o de algunos enemigos mecánicos y seria como la variante steampunk de la magia del juego permitiéndonos generar una descarga eléctrica que afecta al área alrededor tuyo, alzar un escudo sobrenatural que nos da mas aguante a los golpes o lanzar una columna de fuego enfrente nuestro, entre muchos otros.

Lo que llama sin dudas la atención en este juego en comparación a los de su género es que tendremos un apartado historia bien explorado a través de documentos, cartas o audios donde tendremos distintos puntos de vista de la situación en la que vivían los habitantes del Arx Vaporum que fueron llevados ahí por la Gran Administración junto a sus familias con promesas de éxito para poder trabajar en la investigación del fumus, una nueva fuente de energía que promete destronar a la actual tecnología a vapor y al recientemente descubierto diesel. Obviamente no todo sale como se esperaba y el caos se sume en la gran torre cobrándose miles de muertos.

De la mano de lo anterior se encuentra una ambientación que hace grandes honores al subtítulo del juego ya que logra diferenciar de manera espectacular cada piso del anterior que estuvimos, cambiando de escenario y pasando por complejos laberintos de alcantarillado subterráneo a una especie de fábrica donde el constante rugido de las máquinas de vapor asaltara nuestros oídos o una fundición; cuyo calor se verá insoportable e inquebrantable. El bestiario no empalidece para nada frente a este último punto y nos trae mucha variedad ofreciéndonos, por ejemplo, drones que atacan a distancia, arañas electrónicas que descargan su electricidad en nosotros, titanes humanoides que meten miedo y no desperdiciaron un segundo en el que no nos quieran pisotear. También puede haber cucarachas venenosas que se nos abalanzan y acorralan si no tenemos cuidado.