En este juego nuestro objetivo es muy simple: somos Black Paradox, un caza recompensas qué busca a lo peor de lo peor de la galaxia. Para lograr esto, nuestro querido anti-héroe se sube a su fiel auto volador espacial y, armado de una tecnología súper-poderosa que le permite traer a su yo de otra dimensión, se lanza a vencer a cada uno de estos de una vez por todas para ganarse el pan obteniendo dinero.

Tal es así que apenas empecemos a jugar estaremos constantemente perdiendo, ya que no tendremos los reflejos necesarios para acabar ni siquiera con el primer jefe del juego. Esto irá mejorando progresivamente a medida que nuestra experiencia de juego vaya avanzando y empezaremos a reconocer distintos patrones o clases de enemigos los cuales podemos hacer de una manera específica.

Además de desarrollar nuestra habilidad para eludir balas, por cada enemigo que pensamos obtendremos una pequeña suma de dinero que podremos utilizar al final de cada "Run" para comprar chips qué podremos equipa, estos nos mejorarán las estadísticas y nos darán mejoras como, por ejemplo: generar un escudo, absorber la vida de los enemigos, generar un tiro más poderoso, entre otros. Estos chips podremos equiparlos inicialmente en dos slots con la posibilidad de comprar dos más pudiendo, convertirnos así en en el caza-recompensas más letal del universo.

Acompañado a lo antes mencionado, se aprecia la gran cantidad de armas que podremos obtener; las cuales podremos equipar de a dos a la vez y las posibilidades que esto conlleva en conjunto con los chips anteriormente mencionados. Por ejemplo: podremos utilizar los misiles tele-dirigidos en conjunto con chips que nos mejoran la cadencia de tiro para así lograr una fuerza imbatibles qué se dedica a lanzar misiles directamente hacia los enemigos mientras nosotros nos preocupamos por esquivar o, por ejemplo, concentrarnos en mejorar nuestra defensa lo más que podamos mientras utilizamos los drones especiales para que se encarguen de nuestro trabajo. La verdad que la cantidad de combinaciones qué podremos hacer con cada una de las armas algo destacable y sin duda es algo que lleva la experimentación.

Sin duda lo que más destaca de Black paradox es su estética retro muy ochentosa: Nada es mejor que jugar unas partiditas del juego mientras disfrutamos de unos gráficos de 16 bits preciosos que nos recuerdan a las viejas épocas de los árcades de naves clásicos (como Gleylancer, Darius o Thunder Force) y nos presentan a los jefes de turno como si se tratarán de villanos de dibujos animados de antaño, todo esto condimentado con su gran banda sonora que toma de inspiración al género del synthwave para darnos la sensación de que hicimos un salto espacio temporal a unos años 80 llenos de neón y campera con tachas.