Allí, entre medio del fuego y el sufrimiento, lo recibe La Muerte, un tipo bastante poco...muerto... con sus pantalones de jeans, gorrita y skate, que nos dice que nos podrá devolver a la vida y podremos seguir con nuestra rutina de niño rico mimado solo si hacemos un trato en el cual no debemos morir en las próximas 24 horas, parece fácil ¿No? Samuel así también lo cree y acepta sin más preguntas.

Así sin más, volvemos a la tierra de inmediato, amanecemos en nuestra casa tirados en el suelo. Bueno, ya saben lo que dicen ¡Día nuevo, vida nueva! Pero...no nos podemos mover y…¿porque no podemos respirar? ¡¡¡AAAAH!!!! ¡¡¡INHALA!!! ¡¡¡EXHALA!! Fiuuu…¡nos salvamos! Pero no por mucho ya que en un abrir y cerrar de ojos, la Muerte se presenta ante nosotros y nos dice que debemos sobrevivir estas 24 horas…¡haciéndolo todo manualmente!

 En Manual Samuel debemos controlar acciones cotidianas de forma manual para poder seguir adelante: Para caminar, primero deberíamos enderezar nuestra columna con un botón y luego debemos apretar otro para poner la pierna izquierda y con otro, la derecha, cada tanto nos quedaremos sin aire y por lo tanto, apretaremos un botón para inhalar y otro para exhalar. También se nos secaran los ojos por lo cual tendremos que parpadear con otro botón y por último tenemos el control de la mano izquierda y derecha.

 Este aspecto hace que cada cosa que hagamos, por más diminuta que sea, se convierta en una aventura en sí misma y da lugar a muchas situaciones cómicas donde realmente nos volveremos locos tratando de ver que botón realiza cada cosa. Por ejemplo, si queremos tomar un café debemos apretar el botón de la expendedora con una mano, tratar de soplarlo ,exhalando teniendo en cuenta de no hacerlo mucho para no desmayarse por la falta de aire, tomar la taza y tratar de pensar que boton es el que hace que traguemos y no terminemos escupiendo el café...si eso te parece complicado…¡Espera a ver lo que es conducir un auto!